Conocer el testimonio de nuestras madres sobre nuestro nacimiento, así como el de nuestras hermanas o hermanos, si es el caso que tuviéramos, es muy común. Nos suelen hablar de los antojos o los cambios físicos que acompañan el proceso, pero también nos pueden llegar a hablar de situaciones con las y los profesionales que las atendieron que no querrían volver a vivir nunca.
Estas situaciones se han normalizado a lo largo del tiempo, siendo fruto de una mezcla perfecta entre la falacia de autoridad y la falta de conocimiento sobre una situación tan compleja como es la del embarazo y el parto. Hoy en día podemos poner nombre a estas prácticas que han soportado y soportan miles de mujeres, siendo llamada violencia obstétrica.
La violencia obstétrica engloba prácticas y conductas realizadas por profesionales de la salud durante el embarazo, parto y puerperio que perpetúan el discurso de la violencia hacia la mujer. Entre estas intervenciones médicas sin consentimiento informado se incluyen prácticas como episiotomías innecesarias, intervenciones dolorosas sin anestésicos, obligar a parir en una determinada posición o proveer una medicalización excesiva, innecesaria, así como malos tratos psicológicos, como puede ser la infantilización o despersonalización de la embarazada y actitud despectiva, llegando a contar con insultos verbales[i].
Se naturaliza una jerarquización deshumanizante entre embarazada y profesional, creando una atmósfera de desconfianza e incomodidad que se suma a la situación de gran vulnerabilidad por la que pasan las embarazadas durante el momento del parto. Incluso hay investigadoras/es que han señalado que la calidad asistencial estaría asociada a la jerarquía social de la paciente; así, a mayor vulnerabilidad de la mujer, más humillante tendería a ser el trato recibido[ii].
Para tratar el problema desde la raíz es necesario conocer los datos reales de mujeres que han sufrido este tipo de violencia. Según los datos de un estudio realizado en 2021, llamado “The magnitude of the problem of obstetric violence and its associated factors: A cross-sectional study", publicado por la revista Women and Birth donde se analizaron datos proporcionados por 899 mujeres en España, declaraba que el 67,4% (606) de las mujeres confirmaba haber sufrido violencia obstétrica; 25,1% (226) verbal, 54,5% (490) físico y 36,7% (330) psicoafectivo.
Estos resultados coinciden con la investigación realizada por Isabel Isart González, por la facultad de Psicología de Oviedo. Su estudio realizado en 2024 con 214 participantes mujeres de edades comprendidas entre los 19 y los 45 años que habían tenido partos en los últimos años, muestran que el 62.1% de la muestra sufrió violencia obstétrica, de las cuales un 28% decía haber recibido comentarios despectivos respecto a su comportamiento durante el parto; un 27,6% confirmó que se realizaron procedimientos médicos sin su consentimiento; un 22,4% confirma haberse sentido expuestas innecesariamente a miradas de extraños; un 20,6% se sintió infantilizada; y un 16,8% se sintió incapaz de comunicar sus inquietudes por miedo a una respuesta agresiva[iii].
Es necesario cambiar el modelo obstétrico, ofreciendo a las y los profesionales de la salud formación en perspectiva de género, solucionando de raíz esta violencia institucional que se transforma en abuso de poder y privación de la autonomía de las mujeres[iv]. Se debe priorizar el dialogo fluido entre profesional y paciente, creando un espacio libre y seguro en el que las mujeres nos podamos sentir seguras en poder preguntar u opinar.
Es fundamental dar voz a los testimonios de las personas que han sufrido este tipo de violencia[v] y que existan procedimientos para evitarlos y/o enfrentarlos, haciendo conocimiento de su existencia a cada persona que decida emprender el camino de la gestación. Como bien dijo Michel Odent, “para cambiar el mundo es necesario cambiar la forma de nacer”.
[i] Definición y manifestaciones de la violencia obstétrica
Rodríguez Mir, J., & Martínez Gandolfi, A. (2021). La violencia obstétrica: una práctica invisibilizada en la atención médica en España. Gaceta Sanitaria, 35(3), 211-212.
[ii] S. Grilo Diniz, H. de Oliveira Salgado, H. Faria de Aguiar Andrezzo, et al.
Violência obstétrica como questão para a saúde pública no brasil: origens, definições, tipologia, impactos sobre a saúde materna, e propostas para sua prevenção.
J Hum Growth Develop., 25 (2015), pp. 377-386
[iii] Isart González, I. (2023). Violencia obstétrica: Estudio cualitativo sobre la experiencia subjetiva en mujeres que han parido en España [Trabajo de Fin de Grado, Universidad de Oviedo]. Repositorio de la Universidad de Oviedo. https://digibuo.uniovi.es/dspace/bitstream/handle/10651/73018/TFG_IsabelIsartGonzalez.pdf
[iv] Marco legal en España sobre violencia obstétrica
IPOV. (s.f.). Violencia obstétrica en España: marco legal, datos y retos actuales.
[v] Informe del Observatorio de la Violencia Obstétrica
El Parto es Nuestro. (2016). Informe del Observatorio español de la violencia obstétrica.